los insaciables de Moncloa

28 09 2012

El consejo de ministros me recuerda al chiste de la polla insaciable, que fue el deseo que un hombre que se encontró con la lámpara de Aladino le pidió al genio, y éste para fastidiarle le concedió una gallina que nunca se hartaba de comer.

Ayer han decidido quedarse con el 20 por ciento de todos los premios de loterías superiores a 2.500 euros y la semana que viene es posible que aprueben un decreto por el que decidan quedarse con «los chuches» de los niños que yo creía que era lo último que consentiria Rajoy.

Yo estoy convencido de que en el Palacio de la Moncloa hay un asesor encargado de imaginar putadas, aunque los encargados de perpetrarlas son Rajoy y sus ministros, porque no es posible que a ellos solos se les ocurra cometer errores

El gobierno ya no sabe qué hacer para quedarse incluso con el dinero que ni siquiera hemos ganado y v va a acabar con «la ilusión de todos los días», que es el  slogan que tenía la ONCE para que los pobres comprasen un cupón en la esperanza de que cualquier día sus penurias serían un mal recuerdo y se convertirían en ricos o al menso en personas sin problemas económicos.  El impuesto a la lotería que acaba de poner el gobierno es un impuesto a los pobres que tienen la suerte de que les toque algo, porque hasta ahora lo que hacían  los ricos era comprar billetes premiados para blanquear sus ingresos opacos, o si no que se lo pregunten a Carlos Fabra, el del  aeropuerto fantasma.

Pero volviendo a los “insaciables de Moncloa” yo sigo esperando que en algún momento decidan  sacar dinero de los que más tienen y menos tributan, porque no paran de ir a lo facilón que es meterle la mano en el bolsillo a los que ya lo tienen roto.

Yo imagino a los niños de San Ildefonso esta navidad cantando los premios de la  siguiente guisa:

“ Cincuenta y dos mil quinieentos veinticiiinco.  

Treinta millones de euros, menos el veiiiinte poooor cieeento¡