De Tarik a Isabel
van lustros de memoria
que como la Torre de Babel
tiene una sola historia.
De los que narran y trovan son muchos
los que conjuran el destino,
incluyendo chascos y cuentos truchos
y errando del buen camino.
De un proyecto de imperio
que tantos hubo antaño
nos quedamos con el agravio
de saber quién hizo daño.
¿Qué culpa tendrá el mestizaje
de haber podido entrever
la fecundidad de un anclaje
entre tres culturas de Saber?
Los que vivieron esos viejos tiempos
seguro que no comprenderán
que seamos tan fieros y hambrientos
de venganza y furioso ademán.
Ellos compartían una tierra
con mezquitas, sinagogas e iglesias.
No se envolvían en la guerra
sino por señoríos y famas necias.
¡Cuántas cunas de amor vieron nacer
los hijos del libro de Dios
que ofrecían un tierno renacer
a un nuevo pueblo sin voz!
Triste de nosotros que no supimos
Sacar de la cesta de recuerdos
mas que los pobres y pésimos mimos
de las guerras entre moros y cristianos.
Abdeslam Baraka. Ex Ministro y Embajador de Marruecos
Rabat 4 de enero de 2011.
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