el síndrome del gps equivocado

15 01 2013

1358184531_extras_ladillos_1_0 Sabine Moreau, de 67 años, una mujer belga que tenía que haber recorrido menos de cien kilómetros para ir a recoger a una estación de Bruselas a un amigo, se fió del gps de su coche y condujo durante casi dos días hasta llegar a Zagreb, después de haber hecho 1.420 kilómetros. Su ausencia preocupo a su hijo que denunció su desaparición , y cuando por fin apareció por toda explicación dijo : «Estaba distraída así que seguí pisando el acelerador . No me di cuenta de que iba en dirección errónea».
Eso es lo que yo llamo el síndrome El GPS estropeado,que es una dolencia mental que afecta a no pocas personas, empeñadas en ir por un camino equivocado porque hay una máquina que les indica que deben continuar por ahí.
Es evidente que no hay nada mejor que actuar con libertad, pero esa condición la pierden las personas que se dejan guiar por las consignas de la intolerancia que les marcan los ingenieros de su GPS político. El peor síntoma de la mala salud de nuestras libertades es el que conduce a algunos a impedir que se expresen los que piensan de una forma distinta a ellos. Sustituir los gritos y los insultos por la palabra no es muy razonable, pero reventar la posibilidad de que alguien hable en público mediante la coacción violenta, es un comportamiento fascista que debe ser rechazado por antidemocratico.
A propósito de este término tan querido por una cierta izquierda para referirse a la derecha, hay que decir que hay comportamientos fascistoides que practican con frecuencia algunos grupos que se autodenominan progresistas y en el fondo son absolutamente intolerantes.
Ayer en Sevilla, el ministro de Educación José Ignacio Wert, no pudo pronunciar una conferencia organizada por El Mundo, porque 200 personas ocuparon un local que tenía un aforo para 500 y no solo le impidieron a él hablar sino que a los 300 ciudadanos restantes que habían ido a escucharle les privaron de esa posibilidad.
No eran precisamente estudiantes los que gritaban, pero habría dado lo mismo. Cuando uno tiene el gps estropeado acelera y sigue en la dirección erronea.





huelga de padres

17 10 2012

España es un País en el que cuando no hay un problema nos lo inventamos y cuando realmente existe en vez de intentar resolverlo hacemos todo lo posible por convertirlo  en algo mucho mayor.

Digo esto porque al tiempo que aparecemos estadísticamente  como el país con mayor nivel de fracaso escolar  y  con un más bajo nivel de conocimientos, los padres de los  alumnos de secundaria están promoviendo estos  días una huelga para que sus hijos no asistan a clase.

Yo recuerdo que hace años las huelgas de estudiantes las hacían los estudiantes y los padres les reprochaban que no fuesen a clase, y hablo en tercera persona porque a mí las huelgas  me tocaron ya en la Universidad, pero como padre me he encargado de protestar personalmente cuando no estaba de acuerdo con algo, en vez de utilizar a mis hijos para hacer política.

Aquí nadie se ha detenido a reflexionar seriamente sobre por qué llevamos decenios fracasando como país en nuestros planes de enseñanza, ni por qué cada vez que un partido político de signo distinto llega al gobierno echa por tierra la reforma educativa del anterior y ponme en marcha la suya propia como si España fuese una finca que se arrienda cada cuatro u ocho años a un nuevo aparcero político.  Hace mucho tiempo que no podemos sentirnos orgullosos como sociedad de la formación que reciben nuestros estudiantes ni en educación secundaria ni en Formación profesional ni en estudios  universitarios. En esta materia como en tantas otras España necesita el consenso de los grupos parlamentarios, pero no hay manera de conseguirlo porque la enseñanza es un territorio para la confrontación-

Cuando se protesta por los recortes en tiempos de crisis se ejerce un derecho pero  creo que se equivocan los representantes de la Comcapa. Bastaría con que promoviesen protestas protagonizadas por ellos mismos y si quieren que dimita el  ministro Jose Ignacio Wert que se lo pidan al Psoe que ya lo hace por ellos.